Cada vez que participen al menos en tres momentos de predicación durante las Sagradas Misiones, o al menos, en tres lecciones sobre los Actos del Concilio Vaticano II y sobre los artículos del Catecismo en cualquier iglesia o lugar idóneo.
Cada vez que visiten en peregrinación una basílica papal, una catacumba cristiana o un lugar sagrado designado por el Ordinario del lugar para el Año de la Fe (por ejemplo basílicas menores, santuarios marianos o de los apóstoles y patronos) y participen en una ceremonia sacra o, al menos, se recojan durante un tiempo en meditación y concluyan con el rezo del Padre nuestro, la Profesión de fe en cualquier forma legítima (el Credo), las invocaciones a la Virgen y, según el caso, a los santos apóstoles o patronos.
Cada vez que en los días determinados por el Ordinario (Obispo) del lugar para el Año de la Fe, participen en cualquier lugar sagrado en una solemne celebración eucarística o en la liturgia de las horas, añadiendo la Profesión de fe en cualquier forma legítima.
Un día, elegido libremente, durante el Año de la Fe, para visitar el baptisterio o cualquier otro lugar donde recibieron el sacramento del Bautismo, si renuevan las promesas bautismales de cualquier forma legítima.
Pero, ¿Cómo se consiguen?, estos son los requisitos: estar en
gracia de Dios antes de acabar la obra premiada, tener
intención al menos general de ganar la indulgencia, tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso
venial. Además:
Confesarse, al menos
veinte días antes o después de realizar la acción premiada. Una misma confesión
puede servir para ganar varias indulgencias plenarias.
Comulgar, en ese mismo periodo de tiempo. Se necesita una comunión
para cada indulgencia plenaria.
Rezar por las
intenciones del Papa un Padrenuestro y un Avemaría, u otras oraciones. Debe
hacerse también en esos días. Se necesita una oración para cada indulgencia
plenaria.
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