He leído esta mañana, en Religión Confidencial, que el Decano del Tribunal de la Rota Española, Carlos Moran, profesor y espero que amigo, señalaba que los procesos de nulidad matrimonial han descendido en España, aunque han aumentado estas causan entre los matrimonios jóvenes.Al comentar las causas de este aumento, Moran, señala, con acierto, que en cierta es por la cultura de bienestar ha fomentado el ocio y la comodidad y se ha olvidado la formación de la voluntad y la capacidad de la responsabilidad.
Como he dicho me parece que el análisis del prof. Morán es acertado pero me parece que muchos de esos problemas se resolverían, como señalo el Papa Benedicto XVI en el discurso a la Rota del 2011, con una buena pastoral en el noviazgo que ayude a los futuros cónyuges a madurar su decisión en esa cultura del bienestar y evitar, así, que muchos novios vayan al matrimonio, sin ser conscientes, de la realidad que en esos momentos están dispuesto a afrontar.
El matrimonio es una gran aventura que requiere pericia para sortear las pequeñas dificultades que surgen a lo largo de la navegación; y está pericia se puede adquirir previamente con el conocimiento del otro y de la realidad a la que uno se va a enfrentar.
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