sábado, 2 de marzo de 2013
Ser como Niños III
Ayer me llamó D. Crispín que, como ya hemos dicho es uno de los mayores fans del Blog, y cuando llama siempre es para corregirlos.
Mira, me dijo, nosotros no debemos ser como los los niños sino que somos Niños. Eso es lo malo de los hombres, me siguió diciendo, que siendo niños nos convertimos en adultos siendo siempre niños y entonces adoptamos conductas que no corresponden a nuestra verdadera situación. Nosotros ante Dios siempre estamos como un niño que sólo balbucea.
Cuando nos convertimos en adultos empezamos a perder la sencillez, a no ser capaces de pedir perdón, a dejar de correr a los regazos de la madre y darle un beso, a mentir. Por eso tenemos que volver a comportarnos como lo que verdaderamente somos: Niños.
A mi me ha ayudado de nuevo el consejo de D. Crispín y te lo aconsejo.
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