Tres valientes...

En muchísimas películas vemos al héroe de a película enfrentándose a grandes peligros y pensamos...que valiente.

Hoy he leído en la pagina web de la diócesis de Jaén (España) que tres chicos: José Miguel, Antonio y Francisco; han decido incorporarse al Seminario diocesano de esa diócesis. Ellos como otros muchos jóvenes de España y del mundo entero han decidido despedirse momentáneamente de su padre y de su madre y comenzar una aventura llena de riesgos.

Pues quiero deciros, desde la experiencia de los que ya hemos pasado por esa circunstancia, a ti José Miguel, Antoniio y Francisco...y a todos los que comenzáis este año el Seminario que esta aventura, de verdad, merece la pena. Contad con nuestras oraciones.

Quieres no equivocarte...

Tengo un secreto que trasmitirte. Un secreto desconocido para muchos aunque puede que no para tí que ya llevas tiempo leyendo nuestro Blog.

El secreto comienza con esta afirmación: Tu te equivocas...pero no pocas veces sino muchas y, aunque no pase nada, hay un recurso para no equivocarse nunca. Ahora te advertiré que con este truco no vas a poder decidir siempre de forma acertada porque hay algunas preguntas que con este medio no tienen solución...a corto plazo sino a la larga.

Para situarnos primero tu te equivocas porque eres falible pero es que Dios, por su propia naturaleza, no se equivoca nunca...es infalible...entonces es ya muy fácil el consejo...porque no le preguntas...porque no te atreves a que cuando tienes un problema, que te quita la paz, ir al Sagrario más cercano de tu caso y en el silencio de la capilla donde una lampara roja, que indica que vive Jesucristo, le preguntas: ¿que hago?

Recuerdo un buen amigo que me contaba hace años cuando había determinadas cosas que no comprendía se refugiaba en la capilla del Santísimo de la Catedral de la Almudena y allí después de pasar minutos...,salía reconfortado de haber dejado a los pies de Jesús sus preocupaciones para que quién pudiera arreglarlas...lo hiciera.

Y Jesús que hace las cosas antes, más y mejor siempre le resolvía sus problemas.

Noticia bomba

Con este título uno de los mejores escritores de todos los tiempos publicaba una de sus más celebres publicaciones. Hoy también quiero darte una noticia...bomba.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial se ve en los libros y documentales de historia como Europa, mayoritariamente, se lanzaba a la calle gritando: Armisticio, Armisticio..., no era necesario decir nada más cuando la guerra había terminado. Una sola palabra vale para describir y proclamar la gran noticia.

Pues hoy quiero darte una noticia que, puede que sepas, pero a lo mejor no te la crees: Dios te ama. Esto no quiere decir que te vaya ahorrar sufrimientos: tu marido va a seguir siendo igual de pesado que ayer, tus hijos por ir ya al cole no van a cambiar, en el trabajo te van a seguir haciendo la vida imposible...pero todo esto es circunstancial ante el Amor de Dios que te quiere como eres porque asi lo ha pensado y querido Él.

Por eso quiero me gustaría que te quisieras así...igual pero a la vez diferente a los demás. Que te quieras con tus grandes virtudes pero tus enormes defectos. Es de esa manera como te mira Dios.

Conozco un loco llamado Jesucristo

Lo primero que uno tendría que preguntarse para él ¿qué es un loco o quién es un loco?, aunque sea una redundancia para mi un loco es aquel que hace locuras.

Como por ejemplo un loco es aquél que gana 150.000 € en la lotería y se lo da a un pobre que esta en la puerta de una parroquia. Es aquél que permanece años al pie de la cama de un hospital esperando ver morir a una mujer o aquella que sigue esperando despierta, noche tras noche, las llegadas nocturnas de un hijo enganchado a las drogas.

Es verdad que estamos hablando de una locura-cuerda porque aquí estamos hablando de los locos del amor porque son aquellos que sin esas locuras su vida no tendría sentido porque son los que se desviven por el otro sin esperar nada a cambio.

Pues hay un loco, el mayor de los locos, que a diario hace estas y otras locuras por ti y por mí. Porque Jesús esta dispuesto a esperar al pie de tu cama para que tu le puedas dar las migajas de tu tiempo. Está dispuesto a perdonar la más grande de tus ofensas con tal de tu le pidas que te perdone y hasta está dispuesto hasta dejarse comer con tal de tu, aún sin ganas, acuda a su casa.

Ese loco llamado Jesús de ti y de mi no espera nada porque tu y yo no podemos darle nada. Bueno si Jesús espera una cosa y es que cuando El haga una de sus locuras no te sorprendan negativamente porque si un día pasa a tu lado y te dice: toma tu cruz y sigueme...lo único que pide es que no le dejes de lado sino que, aunque te cueste, te mantengas a su lado. 

Un problema: Tengo Vocación (II)

Yvonne Chauffin preguntaba hace años al Cardenal Koening, ¿se da usted cuenta de que si en lugar de hacer sus estudios superiores en Roma los hubiese hecho en Londres su vocación todavía vacilante no se hubiese logrado?, ¿quiere eso decir que la vocación es fruto de las circunstancias? 

Hay quienes piensan que para que una persona tenga vocación es necesario que nazca en una determina familia, que estudie en un determinado colegio, vaya con unos amigos determinados amigos y acude por un determinado ambiente.

Pues una afirmación de esa naturaleza sería muy superficial. En primer lugar porque desconocería la capacidad de la acción de Dios ya que la reduciría a la simple lógica de los hombres. Pero es que además desconocería como se ha comportado Dios a lo largo de la historia de la Salvación porque desde el comienzo de la vida de la Iglesia en el encuentro del Resucitado en el camino de Damasco hasta nuestros días vemos como Dios llama a quién quiere, cuando quiere y como quiere.

Esto no quiere decir que en muchas ocasiones Dios facilite circunstancias sociales y familiares para que germine la llamada pero afirmar que la llamada sólo pueden surgir en ambientes favorables sería una simplifación de la voluntad de Dios que es Omnipotente.

La mochila

¿Tienes ya todo metido en la mochila?, esta pregunta u otra parecida es la que muchas madres hacen a sus hijos al comienzo del curso. Una mochila que, por cierto, llevan preparando varios días.

En la mochila esta la tartera, los libros de matemáticas y lengua, el plumíer, etc., vamos una mochila que necesita ruedas para poder andar y, sin embargo, hay un pequeño objeto que puede que te hayas olvidado introducir en la mochila de tu hijo: un pequeño crucifijo.

Si, mira, todos los días, todos, nos enfrentamos a la pequeña cruz de cada día. Un pequeño castigo de la Seño, una humillación de una amiga en el recreo, la pérdida de un pequeño objeto al que teníamos cariño...u otras más importantes: cortar una conversación inconveniente, tratar a un compañero cargante o el poner atención al profesor peñazo; podemos adoptar dos aptitudes: resignación o aceptación.

Pues para poder aceptar esas situaciones con una sonrisa que útil es mirar a un crucifijo y cuando uno piensa que no puede más...mira a Jesús en la cruz y, con El, de nuevo a luchar.

Por consiguiente, junto a todo lo que necesitas para estudiar no te olvides de meter en tu mochila ese pequeño objeto que te puede ayudar a mejorar.

Jesús no es un superheroe

A mi, como a otros muchos, me encantan las películas de superheroes...Batman, Spiderman, Iron Man...un ciudadano corriente que, gracias a un experimento fisico-quimico, se convierte en un superheroe capaz de con unos poderes extraordinarios poder combatir el mal...con mal.

Porque no podemos olvidarnos que estos personajes no tienen ningún reparo en usar todo tipo de artes para combatir el mal.

Alguno podría considerar o explicar a alguno de sus hijos que dentro de estos personajes...hay uno más que se llama Jesús: el gran superheroe que hace milagros sorprendentes. 

Nunca, usando una expresión coloquial, una confusión hubiera sido tan grande porque a Jesús nadie lo colocaría dentro de esta foto.

Jesús que es Dios que no ha bajado para evitar el mal sino para redimir...para que cada hombre asuma la conciencia del mal y se arrepienta.

Jesús, a diferencia de estos personajes, no aplica la justicia con una vara justiciera sino con la sonrisa amable. Jesús ha sufrido la experiencia del mal pero no ha cometido pecado.

Es un gran atrevimiento comparar a Jesús con estos personajes de comic pero de detrás de estos personajes se esconde una idea de un filosofo muy seguido en nuestros días que mato a Dios y creo al superhombre.