miércoles, 5 de diciembre de 2012

The power of player


Decía un gran santo, al que le tengo gran devoción, que su secreto era la oración. Todo lo que pidáis en mi nombre os lo concederé. La oración es omnipotente.

Pues para que veas que esto es real, quería contarte un suceso.

Hace unas semanas un compañero me contaba un suceso que le acaba de suceder.

Desde hace años no había ninguna vocación sacerdotal en su parroquia y llevaba tiempo pidiendo que Jesús le enviara una vocación para poder sustituirle, porque, ya es mayor. Hace unas semanas estando en el despacho parroquial se le acercó un muchacho, con buen aspecto y que en las últimas semanas había frecuentado la parroquia cuando la Iglesia estaba en silencio, y le dijo: quiero hablar con usted. Llevo varias semanas pensando y rezando en ser sacerdote y quiero que usted me aconseje.

La historia continua...pero es hora de dejar que Dios siga interviniendo.

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