viernes, 1 de noviembre de 2013
No todos son iguales
Para muchos es conocido el caso del destituido obispo de Limburgo por derroche en la gestión de la diócesis.
Los enemigos de la Iglesia muchas veces cogen la parte para criticar el todo y hacen del caso particular una ley universal. Es verdad que Mons. Tebartz van Els no lo ha debido hacer bien pero el no representa la mayoría de la Iglesia y para que veas que hay otros muchos que nos e comportan igual te voy a contar la conversación que tuve hace unas semanas.
Un buen amigo sacerdote me contó que hace unos meses le llamaron de la Fundación de San Juan Bosco para preguntarle si estaba dispuesto a apadrinar un chico. Él, con buen criterio pregunto, referencias y le contaron que había huido de Mauritania en una patera y que no tenía sitio para vivir. En el viaje hacia la esperanza había perdido a su mejor amigo que lo tiraron muerto al mar y que estaba sólo. Este sacerdote pregunto si además de la manutención tenía que preocuparse de otras cosas y le dijeron que no.
Hoy ese joven tiene una vida más o menos decente porque vive en la casa de un sacerdote que le alimenta con su sueldo. Le da cobijo y le deja ver la televisión.
No son pocos los sacerdotes que durante su tiempo vacacional en vez de irse a una playa a descansar dedican parte de su tiempo a una labor asistencial en Bolivia, Perú, la India o Camerun..., sin embargo estos no aparecen en los periódicos porque en las noticias vende más el sacerdote que tiene faltas que aquel que lucha por la santidad.
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