Cuando uno descubre los síntomas de la enfermedad: la fiebre, la tos o el malestar general...al principio guarda cama, después si los males persisten acude al médico porque ve que, con su sabiduría y la de su vecina no es suficiente para curar la enfermedad. No te diga ya si es de gravedad.
Pues, además de cuidar la salud corporal o psíquica, hay que cuidar la salud espiritual y, cuando uno nota los primeros síntomas: dejadez para las cosas de Dios (la ausencia de una vida de oración y de Sacramentos: la Santa Misa los domingos), el incumplimiento de las obligaciones sociales, familiares (descuido del trato con el marido/mujer, en las labores con los hijos), profesionales...hay que acudir al médico.
Todos, lo acaba de decir el Papa, necesitamos acudir a que nos curen. Él, decía en la audiencia de esta misma mañana acude, necesita acudir cada 15 días al Sacramento de la Penitencia, supongo que para curar sus ligeros constipados.
Pues si El Papa acude cada 15 días cada cuanto acudes tú...
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