viernes, 5 de abril de 2013

Otra forma de leer el Evangelio

He vuelto a retomar uno de mis libros favoritos: Creación y Pecado del Cardenal Ratzinger. Un libro breve y que explica la racionalidad de la Fe pero de eso no quería hablarte hoy sino de una idea que en el libro puede pasar desapercibida.

El Cardenal Ratzinger con su enorme sencillez escribe los cristianos leemos el Antiguo Testamento no en sí mismo y por sí mismo; lo leemos siempre con El y por El. De ahí que no tengamos que cumplirla ley de Moisés, ni las prescripciones de pureza ni los preceptos sobre los alimentos ni todo lo demás, sin que por eso la palabra bíblica se haya quedado vacía de sentido ni de contenido. No leemos todo esto como algo que está en si mismo terminado. Lo leemos con Aquel en el que todo se ha cumplido y en el que todo cobra su auténtico valor y verdad.

Tu, ¿cuando lees el evangelio lo haces como aconseja el Cardenal Ratzinger, con El y por El?, ya verás la diferencia. Un ejemplo.

Cuando tu lees que El nos dice Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien...al leerlo con Él contemplas que Jesús ha sido el primero que ha sufrido ese odio pero que ese rechazo ha sido por querer secundar la voluntad del Padre. Por eso si nosotros somos también rechazados se lo podemos ofrecer...; y esto con todo...lo único que hay que hacer es ponerse y, como un personaje más, hablar de tu a tu con el Amor de nuestra vida: Cristo.

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