Esta es una de las preguntas que muchos padres cristianos se plantean y no encuentran solución.
Pues hoy, hablando con uno de esos personajes que a los 15 años se cree ya mayor, creo que tengo parte de la respuesta aunque, como todo, habría que estudiar caso por caso.
Los chicos y las chicas cuando acuden en la catequesis de la primera comunión o en las clases de religión en primaria se les insiste mucho en las oraciones vocales. Es lógico tienen que empezar a rezar. Es la edad de jugar, de tener los primeros conocimientos y de repetir ideas para que se queden bien gravadas.
Sin embargo y, prácticamente sin que nos demos cuenta, comienza la adolescencia. Momento en el que se introduce un factor nuevos: se empiezan hacer amigos y amigas. Se envía un SMS, se chatea, empiezan a tener relaciones sociales y, ¿qué pasa con Dios?, pues que si se sigue sólo con el padrenuestro y el avemaría uno se aburre porque es el momento de hacerse amigo del Amigo y para eso no hay otra fórmula que hacer amistad con El.
¿Cómo?, pues del mismo modo que uno se hace amigo o amiga de otro o de otra: tratándose. Contando lo bien que se lo ha pasado el fin de semana, del partido de fútbol del sábado o de lo guapa que estaba Inés ayer en misa con el traje que le ha comprado su madre por su cumple...de tonterías si pero es que los chicos/as a los 13 años sólo hablan de sus tonterías pero esas cosas son las que hacen...amistad.
¿Quieres qué recen?, ayudarles a que, de verdad, logren ser amigos de Dios.
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