Uno de los momentos más difíciles de la boda es la confección de la lista de invitados: ¿A quién invitamos y a quien dejamos fuera?

Pues mira, en el evangelio de este domingo, se nos cuenta que en tiempos de Jesús también se celebró una boda y que los novios tuvieron la fortuna de invitar a María y a Jesús en ese gran acontecimiento: ¡que gran elección, de la que no se arrepintieron nunca!; porque si algún invitado que no pude faltar a tu boda para que nunca falte la alegría del matrimonio es Jesús y María.
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