martes, 4 de diciembre de 2012

Aunque parezca que sea tirar piedras...


Leyendo lo que enseña San Pablo a los Galatas el justo vivirá de la fe uno se da cuenta que en el dialogo Fe-Razón, está última, no es suficiente para creer.

Porque la razón por si misma es insuficiente para alcanzar los Misterios de la Vida cristiana.

Ahora, cuando la inteligencia se disocia de Dios pierde la capacidad para aprehender lo que la realidad posee de más esencial: su presencia en el alma. San Agustín, el teólogo-filosofo, gritaba en su interior tu estabas dentro de mi, más interior que lo más intimo mio, y no era capaz de ver hasta que el entendimiento fue iluminado por la Fe.

Es lo mismo que nos pasa cuando meditamos la Sagrada Escritura. Está, se puede ver sólo con la sola inteligencia, reflexiona sobre sus verdades pero no comprenderá toda su grandeza hasta verla con los ojos de la Fe que nos ayuda a entnder toda la grandiosidad, por ejemplo, del Verbo Encarnado.

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