La Editorial Rizzoli ha sido la encargada de distribuir el nuevo libro del Papa. Ha publicado el prefacio y dos breves fragmentos de lo que sera la primera parte de la obra de Jesús escrita por Benedicto XVI.
El prefacio esta firmado el pasado 15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de María, en esas líneas el Papa dice finalmente puedo poner en manos de los lectores el pequeño libro prometido desde hace tiempo sobre la infancia de Jesús. No se trata de un tercer volumen, sino de una especie de pequeña antesala a los dos anteriores sobre la figura y el mensaje de Jesús de Nazaret. Aquí, he buscado interpretar un diálogo con revelaciones del pasado y del presente, es decir lo que Mateo y Lucas cuentan al inicio de sus Evangelios sobre la infancia de Jesús.
Según mi convicción, una interpretación precisa, requiere dos pasos. Por un lado, hace falta preguntarse qué querían decir con su texto los respectivos autores en su momento histórico, y ver la componente histórica de las revelaciones. Porque no basta con dejar el texto en el pasado, archivándolo entre las cosas que anteriormente sucedieron.
La segunda pregunta exégeta debe ser: ¿Es verdad lo que dicen?, ¿tiene que ver conmigo? y, si tiene que ver conmigo, ¿de qué manera lo hace? De cara a un texto como aquél bíblico, en el que el último y más profundo autor, según nuestra fe, es Dios mismo, la pregunta acerca de la relación del pasado con el presente hace inevitable parte de nuestra interpretación. Con ello, la seriedad de la investigación histórica no disminuye, sino que aumenta.
Me he encargado de entrar en este sentido con los textos. Con todo ello, soy muy consciente que este diálogo en el cruce entre pasado, presente y futuro, no podrá nunca cumplirse y que cada interpretación queda atrás respecto a la grandeza del texto bíblico. Espero que este pequeño libro, a pesar de sus límites, pueda ayudar a muchas personas en su camino hacia Jesús
Además la editorial Rizzoli adelantó dos fragmentos de la obra, en las que el Santo Padre recuerda que "Jesús nació en una época determinada con precisión. Jesús no nació y fue presentado al de repente, una vez hecho el mito. Él pertenece a un tiempo exactamente datado y en un ambiente geográfico exactamente indicado: lo universal y lo concreto se tocaban el uno al otro. En Él, el Logos, la Razón creadora de todas las cosas entró en el mundo. El Logos eterno se hizo hombre, y de esto forma parte del contexto de lugar y de tiempo.
La fe está ligada esta realidad concreta, aunque si después en virtud de la resurrección el espacio temporal y geográfico fueron superados, y el preceder en Galilea de parte del Señor, introduce en la vastedad abierta a la humanidad.
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