jueves, 3 de enero de 2013

Lamentarse, para que



En muchas ocasiones te encuentras con cristianos buenos que cuando empiezas a hablar de determinadas cosas como la vida de la Iglesia o del comportamiento de tal político o tal artista o...casi de lo que sea... todos son lamentos: pero te has fijado lo que ha pasado, sabes lo que ha hecho el párroco de..., etc.

Esas situaciones están ahí y, muy posiblemente, no podamos cambiarlas directamente sino es con nuestra oración y penitencia pero que conseguimos lamentándonos..., nada. Pero en cambio los héroes  los verdaderos cristianos, ante las dificultades se han sobrepuesto, se han levantado y han seguido peleando por defender la verdad, el bien, la belleza y la vida.

Pues ya es hora que, no sólo unos cuantos, sino todos nos levantemos y queramos revertir esas situaciones que nos lleva a lamentarnos. Esta revolución del amor, como decía Juan Pablo II, esta en tu mano.

No hay comentarios :

Publicar un comentario