Hoy ha sido la última audiencia de Benedicto XVI. Muy emocionante. Recuerdo perfectamente la primera. Ese martes 19 abril a las 6.30 de la tarde en la Loggia de las bendiciones del 2005.Pero mi mejor recuerdo es la audiencia del 21 de mayo de 2008. Ese día llovía en Roma y me dirigía a la audiencia de poder saludar al Santo Padre. Mis padres habían conseguido una entrada especial para esa audiencia pero por la grave enfermedad de mi madre no pudieron ir. Me dijeron que usara su entrada.
No era la primera audiencia que iba a asistir pero si la primera que podía hablar con el Papa.
Con enorme ilusión fui a esa audiencia. Allí me encontré con el alcalde de un pequeño pueblo de Lérida. Hablamos mucho y se forjo una buena amistad. Al final de la audiencia esperábamos poder hablar con el y a las 12.20 de la mañana bajo a dónde nosotros estábamos.
Un diacono amigo mio de Guatemala y el que escribe, que en esos momentos también era diacono, esperábamos nuestro turno con gran nerviosismo. Llegó y tomo el la iniciativa ¿De donde venís?, nos preguntó. Nosotros, con los nervios, le dijimos el lugar de procedencia y le dijimos que rezara por nosotros porque dentro de 3 días nos íbamos a ordenar como sacerdotes. Que gran alegría para el Papa y en esos momentos pronunció unas palabras que jamas de se me han olvidado: vuestro trabajo es muy importante para la vida de la Iglesia.
Si, Santo Padre, hoy para mi pero para también para todos los buenos cristianos siempre serán muy actuales sus palabras.
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