domingo, 10 de febrero de 2013
Ser como Niños II
Hace unas semanas contábamos un pequeño suceso que nos contaba D. Críspin pues hoy nos ha vuelto a llamar para contarnos otro pequeño suceso que le ha ocurrido en su parroquia.
Esta mañana, nos contaba, estaba en el despacho parroquial trabajando cuando escuche detrás de la puerta que alguien llamaba.
Pasa, grite. Era uno de los mocosos que se esta preparando para recibir la primera confesión el año que viene. Al verle un poco agobiado le pregunte: ¿Que quieres?, confesarme, me dijo. Pero sabes que no puedes confesarte hasta el año que viene, ya me pero es que tengo un pecado muy gordo. Tienes que esperar, le dije.
El pobre se fue pero en vez de irse a la calle se fue al Sagrario de la parroquia.
Al rato me fui a rezar a la capilla y ví que el estaba allí. ¿Que haces?, le pregunté. Estoy pidiendo al Niño-Jesús que, como nos ha dicho que esta en el Sagrario, que me perdone.
Sabes lo que hice, me decía D. Críspin, fui yo quien le pedí perdón a Jesús, a ese Niño y, por supuesto que lo confesé.
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