No sera muy joven...

Cuando hace unos días nos llamo D. Crispín contándonos las aventuras de su joven monaguillo, no dijimos que D.Crispín estaba un poco preocupado porque pensaba que su monaguillo era muy joven para haber decidido irse al seminario al terminar el bachillerato.

Le pregunte cuantos años tenia y me dijo que 14. Entonces recordé que esta problemática no era nueva porque Santo Tomas de Aquino ya debatió en su día, con los mendicantes, sobre la edad que tenían que tener los candidatos para entrar en la Vida Religiosa.

Gerardo de Abbeville, en la disputa, decía que no se puede entrar a formar parte de la vida religiosa hasta que no se haya deliberado durante mucho tiempo y después de tomar consejo de amigos y parientes. A lo que Santo Tomás respondió que si la inspiración para entrar a formar parte de la vida religiosa procede verdaderamente del Espíritu Santo entonces debe acogerse tan rápidamente como sea posible porque los Apóstoles dejaron todo y les siguieron. En cuanto a lo de los consejos, Santo Tomás dice, dejarse aconseja mucho puede ser perjudicial y es especialmente conveniente desconfiar del consejo de los parientes.